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La revolución de las redes sociales no me deja dormir.
Me persigue el mono de Mailchimp, el pájaro de Twitter y el búho de Hootsuite
Es cierto que esto del Social Media me gusta cada día más, pero es cierto también que, a menudo, sufro pesadillas por las noches en las que me ataca el búho de Hootsuite, que es perseguido por el mono de Mailchimp, mientras en mi sueño un enorme logo de RSS intenta que mi cerebro procese todos los blogs a los que estoy suscrita en mi Reader.
Pero lo peor es que me despierto, me siento en el ordenador y me doy una vuelta por mi lista “Máquinas del SM” de twitter y descubro que comparten cosas interesantísimas de las que no tenía ni idea. Y entonces me pregunto, si hago un paper.li con una buena selección, si las monitorizo con el búho que quería arrancarme el pelo anoche o lo comparto con Sharedby… Pero ¿dónde? En twitter, en mi perfil de Facebook, en mi página de Facebook, en mis grupos de Facebook, en Google+ , en mis grupos de Linkedin. Buf, no tengo manos.
Y, por supuesto, antes de llegar a media mañana, empezaré a darle vueltas a ideas varias para escribir un post en mi blog de novatilla y entonces rescataré algún post de Carlos Bravo para ver si sus consejos me inspiran, pero antes de que pueda empezar a diseñar mentalmente qué redactar, me encontraré una de esas maravillosas infografías que publica Alfredo Vela Zancada y me quedaré extasiada pensando si alguna vez seré capaz de sintetizar las ideas en una sola imagen, que además posicionan, tía, y ya casi sabes usar Piktochart.
Hay semanas que tengo suerte y no pienso que debería hacerme el harakiri porque no tengo ni puñetera idea de SEO, ni de métricas, pero otras entro como una loca en el perfil de Josean Vera y busco y rebusco a ver si puedo empezar a tener claro cómo se puede posicionar mi humilde bitácora.
Luego están mis chicas. Si es que yo me pasaría todo el día leyendo a Nuria Parrondo, que tiene una capacidad brutal para que entendamos todo lo que dice; o a Laura Ferrera, que además de publicar contenido interesante, siempre les da a sus tuits un toque personal que me encanta; o a Sonia Bernal, que nunca se olvida de darte las gracias por cualquier mención y que demuestra que es humana, algo obvio pero no siempre cierto en este mundillo.
Y qué me decís de los chicos: Julio Aliaga, que usa esto de las redes para compartir contenido SM, pero también para darte un consejo o echarse unas risas con el clan aragonés avedavidus y Jesús Monge, otros que tal bailan) o Sergio Ramírez, que a mi me tiene dominada y que hace unos post claritos, claritos.
El que tiene la culpa de que yo esté aprendiendo como una bestia de estas “Máquinas del SM” es Ricardo Llera, mi profe. El primero, y tuve unos cuantos antes, que me enseñó a querer de verdad esto del Socia Media.
Pues eso, que para ser Community Manager, Social Media Manager o Conten Curator o como quiera que se llame este oficio en el que pretendo estar, aún me queda mucho, pero no he aprendido tanto en mi vida, ni he descubierto tanta buena gente que ni siquiera conozco y que está toda junta en #SMrevolution.
Por cierto, estoy haciendo un curso de html, CSS y JavaScript porque, también necesito saber algo de diseño web, ¿no?.